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¿Sabías que el origen de la palabra tiovivo se debe a la sorprendente anécdota de un madrileño del siglo XIX? Quédate con nosotros porque te contamos esta hilarante historia que te ayudará a comprender por qué en España tenemos un nombre diferente para las atracciones de carrusel.
¿Y sabes dónde está el tiovivo más divertido de Madrid? ¡Bingo! En el Parque Warner os esperamos con ésta y otras muchas atracciones, de las que puedes disfrutar en familia, en pareja o con amigos. ¡Como tú prefieras! ¿A qué esperas para aprovechar nuestros descuentos y promociones?
Puede que una de las atracciones más clásicas que se pueden encontrar en un parque temático sean los tiovivos, que en muchas ocasiones nos trasladan a otras épocas.
Cuando hablamos de tiovivo nos estamos refiriendo a esa atracción de feria que consiste en una plataforma giratoria sobre la que hay animales -generalmente, caballos- y vehículos de juguete en los que se suben los niños -y los no tan niños- para girar sobre ellos.
A los tiovivos también se les conoce como carruseles, caballitos o calesitas y, en muchos casos, además de girar alrededor de la plataforma, también suben y bajan en vertical.
¿Quién no se ha mareado alguna vez en un tiovivo? Sí, reconócelo, es una atracción súper divertida pero que puede dar lugar a incontables anécdotas de este tipo. Y, aun así, ¡nos encanta!
Fue en abril de 1812 cuando se inventó la atracción que dio origen a lo que hoy en día conocemos como tiovivo.
Fue en esa fecha cuando el Ayuntamiento de Vitoria dio la autorización para que se instalara en el Espolón un circo de cuatro caballos de madera que eran movidos por una rueda.
Fue el francés Sebastianini quien introdujo este curioso artilugio, que terminó siendo conocido como los caballitos o el tiovivo.
Esos caballitos fueron el origen de lo que hoy en día es una atracción algo más compleja que, gracias a la tecnología, ya no necesita ser movida por caballos, aunque sí que estos animales suelen estar presentes.
Tras Sebastianini, muchos otros llevaron sus caballitos a ferias y plazas, donde los niños podían disfrutar de un divertido paseo a lomos de un equino.
Para dar mayor atractivo a la atracción, además de girar y girar, los más pequeños de la casa podían amenizar su paseo con música, lo que hacía todavía más divertida esta actividad.
En otros lugares, a esta atracción se le conoce como carrusel. Tiovivo es una palabra que surgió en España a raíz de una anécdota muy curiosa. ¿Quieres conocerla? ¡Sigue leyendo!
El personaje que dio origen a este término se llamaba Esteban Fernández, conocido entonces como Tío Esteban. Era un hombre madrileño que se ganaba la vida con un carrusel infantil con cuatro caballos en el conocido Paseo de las Delicias.
Era el verano de 1834 cuando una epidemia de cólera se extendió por media España, como consecuencia de la acumulación de excrementos y residuos que se amontonaban en las calles de la capital.
Tío Esteban, que pasaba el día entre excrementos de caballos, no se libró de la enfermedad. Cayó enfermo y falleció, y su muerte causó una gran conmoción entre los vecinos del barrio pero, sobre todo, entre todos los niños que cada día se divertían en sus caballitos.
Se cuenta que fueron muchos los familiares y amigos que quisieron despedirlo en su funeral y llevaron su ataúd abierto en un cortejo fúnebre de camino al cementerio, pasando por el punto en el que él solía trabajar con su carrusel.
Dicen que, al pasar por delante de los caballitos, desde el ataúd salió la voz de Tío Esteban que decía: “¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!”.
Milagrosamente, el hombre volvió de entre los muertos, un hecho que lo hizo famoso y lo convirtió en leyenda. Fue como consecuencia de esta anécdota cuando la gente lo empezó a conocer con el nombre de ‘El Tío Vivo’.
A él no le hacía mucha gracia este mote al principio pero, a la larga, lo aceptó. Y todo el mundo empezó a identificar su atracción con el nombre de ‘El Tío Vivo’. Con el paso del tiempo, la palabra se adaptó a tiovivo, tal y como hoy en día lo conocemos, ¡y es una de las atracciones más bonitas y divertidas que existen!
¿Te crees esta leyenda? ¡A nosotros nos encanta!
El Parque Warner es el lugar con las mejores atracciones de Madrid y, cómo no, el tiovivo es una de nuestras actividades favoritas. ¿Te gustaría probarlo?
Nuestro tiovivo más clásico es el divertido Cartoon Carousel, ¡el favorito de los más pequeños de la casa!
Se trata de una atracción de intensidad suave, recomendada para todos los públicos, en la que tus hijos pueden subir si tienen una altura mínima de 105 centímetros. Aunque, si vosotros les acompañáis, no hay restricciones de este tipo.
Cuando vengáis a nuestras instalaciones -un plan para todos los gustos que os recomendamos encarecidamente-, podréis encontrar este maravilloso tiovivo en la zona de Cartoon Village.
Los tiovivos han evolucionado mucho desde los inicios hasta la actualidad. Al principio, como ya hemos visto, eran caballos los que giraban en la plataforma. Luego el sistema se mecanizó y se utilizó la figura de caballitos que suben y bajan en el carrusel.
Con el tiempo se fueron añadiendo otros elementos como cochecitos y, ahora, hay una gran variedad de figuritas en las que tus hijos pueden dejar volar su imaginación. En Cartoon Carousel pueden subir a un cohete con Marvin el Marciano, jugar con el Coyote y el Correcaminos o girar en la alfombra mágica de Bugs Bunny. Ya sabes que aquí pueden elegir entre sus personajes favoritos.
¿Verdad que suena apetecible un paseo en tiovivo? ¡No te lo pienses! Comprad vuestras entradas y venid a vernos al Parque Warner. ¡Os esperamos con las atracciones más increíbles!